lunes, 26 de enero de 2009

ENTREVISTAS DE ARCHIVO


Ayer, con todo el calor, empezamos con las entrevistas de archivo, a buscar reportajes que hicimos a antiguos alumnos de Angel Guido, (hay qye llamarlos por Te para pedir autorización, por cortesía, si bien ellos habían accedido en su momento) y viejos diarios y revistas.

El diario "La Capital" sacó hace años, fascículos con su archivo fotográfico. ¡Y qué sorpresa! ¡Fotos de la inauguración del Correo por el Presidente Ortiz! Así que a la bolsa, a configurarlo en el guión.

En una librería de viejo (Gracias, Longo!) hallé varias revistas viejas publicadas en Rosario. Va la tapa de dos de ellas, seguro; y una vista aérea del puerto en 1938, esta imagen va cuando el texto dice "Rosario era una ciudad de casas bajas...". Y un artículo de 1938 cuyo título es "¿Cómo será la próxima guerra?" Ya en Rosario se palpitaba, una año antes, la Segunda Guerra Mundial. Cuando hablo de disputas ideológicas, allí calzaremos esta imagen...

martes, 20 de enero de 2009

UNA VERDAD INCÓMODA

Ayer pasaron por el cable el docu "Una verdad incómoda". Y me puse a verlo, es decir, a estudiar la parte técnica y narrativa. Cada tanto se asomaba mi marido y preguntaba: ¿Pero el ñato este habla él solo toda la conferencia? Sí, efectivamente. Es una conferencia filmada en video. Peeeero... además contiene fotos fijas, en blanco y negro, viejas cintas, fragmentos de noticieros, imágenes computarizadas, y una edición sencilla pero potente. Ningún efecto chiche, ninguna transición llamativa. Corte y fundido.
Y, sí, lo que es "lo" que hace al documental "actual" y parece imprescindible hasta que pase de moda: el relato en primera persona. Al Gore cuenta las vidas de su hijito y su hermana y por qué lo llevan a contar esta historia. Así como "Yo no sé qué me han hecho tus ojos" podría haberse contado como un docu tradicional,. la vida de la cantante Ada Falcón. Pero se construyó como la historia del documentalista que busca los rastros de Ada Falcón.
Yo en este documental no tengo que forzar la primera persona: cuando vi la torre de Guido en la cinta, se me puso la piel de gallina. Porque yo había visto fotos de la torre, años de años atrás. Y conozco (vaya si no) las costas del Paraná. Y si le daban a hacer el transfer a cualquier porteño, (la familia es de Bs As), estas imágenes volvían a la lata...

lunes, 19 de enero de 2009

MUSICA

¡Estoy haciendo una introducción al estudio de Beethoven! Por dos razones: era la música que le gustaba a Angel Guido y... bueno... sus obras ya están en dominio público... (He de ir a SADAIC para actualizarme en este punto).

Y a sacarse los prejuicios: obviamente no voy a poner el "papapapammmmm" con que empieza la Quinta sinfonía, ni ningún fragmento conocido, pero veo que hay fragmentos muy cinematográficos, ráfagas que pueden subrayar prácticamente cualquier clima. (Qué marciana debo parecer, la Sexta de Beethoven en el mp3).

Ya tengo seleccionado, y para volver a cortar en pequeños clips: el inicio de la Pastoral y el segundo movimiento de la Claro de Luna.

domingo, 18 de enero de 2009

Guión

Estamos reescribiendo el guión, muy cómodamente gracias al programa final Draft. Hay que rever todas las tomas de archivo, para que lo que dice el entrevistado dé pie al locutor y viceversa. Una perlita: hace más de 10 años entrevistamos al Arq. Emilio Maissonave, ya fallecido, y nos cuenta que él había ayudado a Guido, que era su profesor en Historia de la Arquitectura, a dibujar algunas perspectivas del futuro Palacio del Correo. Maissonave fue un arquitecto muy conocido, autor entre otros del edificio del banco de la Provincia de Santa fe acá en Rosario.

Y por si esto fuera poco, en la novela "La fábula de la Virgen y el Bombero" de nuestra Angélica gorodischer, se hace referencia en dos párrafos al hecho de que la torre no se construirá, cuando ya se había comprado los materiales. Veré cómo le doy pie a este párrafo, con cuidado pues es una novela, y un personaje "se afana" mármoles y parquet...

jueves, 15 de enero de 2009


SINOPSIS

Todo comienza con un hallazgo y una pregunta. Una vieja cinta de 16 mm, filmada por un inmigrante italiano de llamado Ugo Frasinetti. Su familia, al descubrirla, se pregunta si serán tomas de Italia o de la Argentina. Y del último tramo del film surge que, efectivamente, son tomas de la Argentina de los años 30. No sólo eso, sino una toma de la ciudad de Rosario que es el disparador de toda la historia, y el hilo conductor a lo largo del documental. Porque en el perfil de la ciudad, vista desde el río, sobresale la silueta de la torre del Correo. Y éste es el tema de la historia.

Porque en 1929 se comenzaron los trabajos para erigir un edificio monumental, sede del palacio de Correos y Telégrafos. Y el autor de la obra era el ingeniero y arquitecto Ángel Guido, rosarino, poseedor de una visión americanista de la arquitectura, y figura siempre polémica.

El monumental Palacio de Correos se empieza a construir en la esquina de Buenos Aires y Córdoba, frente a la Plaza 25 de Mayo, en diagonal a la Catedral. Y precisamente por eso es que surge la polémica. Las autoridades de la Iglesia presionan: ¡no debe haber un edificio que sea más alto que la Catedral! Ubiquémonos en la época del principio de los años 30: fascismo ultraconservador religioso, versus progresismo acérrimamente ateo. ¡Se discutía mucho más que la altura de una torre!

El documental recrea la polémica arquitectónica (e ideológica) con citas de diarios de la época, entrevistas a ciudadanos mayores que recuerdan la historia, entrevistas a ex-alumnos del arquitecto Guido, e imágenes, fotográficas y cinematográficas, de archivo, del Rosario de la época.

Como conclusión: la torre finalmente es desmantelada, dinamitada, con un costo superior al que hubiera insumido construirla. Ángel Guido se retira del proyecto, y el edificio se concluye con un estilo francés que es totalmente diferente del plan original.

Pero Guido no se va del todo. Construye finalmente su torre, a pocos metros de allí, bajo la barranca, en lo que será la postal definitiva de la ciudad: el Monumento a la Bandera.

Y hay algo más: Guido tampoco de fue del todo del Palacio del Correo. Si uno levanta la mirada en el gran salón de atención al público, ve que en los vitrales, allá arriba, está la estrella incaica, firma de Guido, que está presente en sus edificios más característicos y que corona el Monumento a la Bandera. Es una manera de decir: estoy aquí presente. No renuncio a mis ideales. Sigo formando parte de este lugar, y no regalo mis convicciones.